EL COCODRILO Y EL TREN

 

Estaba fuera, esperando a que el último de sus compañeros las avisase de que ya había terminado su parte del examen.

Su compañera trataba de llenar el silencio y ella la complacía como podía, a sus treinta y cinco años seguía siendo socialmente torpe sobre todo cuando no quería ser desagradable.

Mientras Yanira le hablaba sobre becas para estudiar el idioma en otro país, ella no dejaba de mirar al frente, donde había un niño que tenia un peluche inusual, un cocodrilo.

Era un animal de felpa grande, realista, no muy infantilizado aunque algo kawaii, el cual era usado por el nene para golpear a las dos mujeres que no le prestaban atención por estar hablando de su inminente viaje en tren.

- lo que no sé es si primero hay que pagar todo y después solicitar la beca o al revés. Decía Yanira.

-¿Eh? ¡Ah! ni idea pero si es bastante dinero seguro que primero quieren recibo y después te pagan (siempre es así). Respondió Alma.

Su compañera seguía hablando pero ya no la escuchaba, solo seguía el peluche que ahora estaba siendo llevado camino a la estación. No sabe a dónde va pero sí que esa bestia de tela ha visto y verá más mundo que ella.

Juanjo sale y les avisa de que ya pueden entrar y mientras se dispone a buscar al resto de compañeros, ella vuelve al aula a aprender un idioma del cual sabía que nunca tendría oportunidad de usar fuera de una clase. Aunque disfrutaba de estudiarlo no podía evitar la envidia que le tenía a la fierecilla.















Comentarios

Entradas populares de este blog